Suave puñalada en el esternón

Captura de pantalla 2015-08-14 a la(s) 18.07.26

Suave puñalada en el esternón. La que siempre me acompaña aunque no siempre pueda sentirla. La que me atraganta las palabras, me entrecorta los latidos y se abre en canal dejando al raso el vacío.

La que no tiene ni nombres propios, ni motivos declarados, ni autores firmados. La que a veces me desangra, se rasga. La de las postillas de miedo y ausencia que arranco cuando me creo fuerte y entera. Infectada, astillada. Melancolía estancada, clavada a conciencia. La brecha donde se guardan todos malos polvos y los secretos de las solas y las viejas. La vergüenza y el orgullo de metales ardiendo. Todas las miserias que no atienden a razones ni se creyeron los “lo sientos”. El arcón entre costillas que esconde los espejos de feria que aterran con reflejos de monstruos grotescos, obscenos, o quizá cruelmente sinceros.

Tormentas que lloran las penas de cien vidas y al escampar dejan ese olor a rocío, rancio y muerte.